En el mes de marzo inició la cuarentena en Santiago y a medida que avanzaba el tiempo comenzaron los días de alarma sanitaria y confinamiento en otras regiones de nuestro país. Provocando un cambio abrupto en nuestras vidas y en todo el planeta, cambiando nuestras rutinas diarias, hábitos, costumbres, forma de pensar, forma de relacionarnos, forma de trabajar, estudiar, comprar e incluso la forma de despedir a nuestros seres queridos, lo que nos obliga aumentar las estrategias de adaptación.
Hoy en día, hay varias víctimas que lamentablemente están falleciendo y que fallecerán por causas del covid -19, por esta razón las despedidas de los seres queridos se han visto modificadas, por el protocolo con exigencia sanitaria que hay que seguir frente a esta pandemia en donde no se puede desarrollar con normalidad el ritual de despedida correspondiente a nuestra comunidad, que es el velar al ser querido, realizar una ceremonia religiosa o un ritual familiar. Este proceso de duelo ha sido totalmente modificado y esto afectado a los dolientes, limitando las expresiones de dolor y sentimiento de pérdida, dificultando el duelo.
Actualmente cuando hay un ser querido fallecido por covd-19 se forma un desconocimiento e incertidumbre, además, del miedo que se tiene del propio contagio. Otro elemento importante que genera tristeza y frustración es el estado de soledad en que se encuentran las personas contagiadas y el sentimiento de rabia e impotencia de los familiares, dónde no pueden hacer nada para poder atender y cuidar al ser querido. Por otro lado la información que maneja las autoridades médicas es insuficiente, ya que, es un virus nuevo sin precedentes lo que nos lleva a tener mucha información general con respecto a los síntomas pero a la vez poco específica en el como afecta en los distintos rangos etarios y el estado de las personas contagiadas, esta situación produce inseguridad de ¿Qué? y ¿Cómo? enfrentarlo.
Con respecto a la muerte y al duelo, este es un proceso difícil de sobrellevar cuando llega. A pesar de que es muy doloroso, se debe enfrentar esta etapa adaptándose nuevamente a la vida como podamos. Esto siempre es difícil, diferente y único en cada persona. Por esta razón debemos tener en cuenta que en el periodo que estamos viviendo nos enfrentamos a un duelo único y traumático, ya que la situación en la que se produce la muerte con covid-19 es rápida, afectando de diferente manera al vínculo cercano de la víctima. Además se debe tener en cuenta la personalidad y el sistema de afrontamientos que cada persona tiene.
Los duelos traumáticos se producen cuando mueren una o más personas en un contexto sorpresivo e inesperado, como en un accidente automovilístico, asesinato, catástrofe natural, entre otros. Es uno de los peores duelos, junto a la muerte de un hijo, considerando esta última una de las más duras perdidas que puede experimentar el ser humano. Debes vivir y sentir tus emociones, tus seres queridos desean apoyarte emocionalmente, acéptalo en estos primeros momentos es crucial para ti.
Elisabeth Kübler-Ross psiquiatra suizo-estadounidense, estableció un modelo de 5 etapas que se viven durante un duelo, en particular cuando se pierde a un ser querido. Estos cinco estados mentales nos permite comprender cómo se va desarrollando el progreso del doliente, desde el instante en el que el ser querido muere hasta que acepta esta nueva situación.
Según Elisabeth Kúbler-Ross, el duelo se podría presentar en las siguientes etapas:
La primera etapa es la negación, donde Se niega a la realidad, no se desea creer en lo sucedido. Esto se provoca porque el golpe emocional del fallecimiento sería intolerable a un nivel consciente, por esto nuestra mente usa este método de defensa para disminuir el impacto de la noticia de manera momentánea.
En la segunda etapa se presenta la ira, la rabia y el resentimiento que se produce nace de la frustración que causa la muerte del ser querido, al no poder encontrar ninguna solución frente a la muerte.
La etapa tercera es la negociación, en esta etapa se pretende crear una invención de poder impedir que ocurra el fallecimiento, se fantaseando de tener el control de la situación revirtiendo la causa. Como ejemplo, es habitual probar negociar con entidades divinas o sobrenaturales para hacer que la muerte no se produzca.
La depresión, corresponde a la cuarta etapa, se presenta la sensación de vacío y aparece una tristeza en donde se vive en una realidad determinada por la ausencia del ser querido. En esta etapa la persona se aísla y se siente incapaz de salir del estado de melancolía y tristeza.
Y finalmente la quinta etapa de la aceptación, en esta etapa se acepta la muerte del ser querido y aprende a vivir sin él y acepta su partida.
Se debe tener claro que no todas las personas cruzan las 5 etapas, y no siempre se atraviesan en el mismo orden. Por eso, se debe tratar de estar tranquilo; es un proceso normal en donde quizás se sienta tristeza, rabia, frustración y hasta agotamiento. Puedes tener muchas preguntas y que te culpes; no seas tan duro contigo mismo, ya que, el contexto actual se escapa al control de todos.
CONSEJOS:
Para sobre llevar el proceso de duelo en estos momentos difíciles se pueden utilizar y apoyar en algunos métodos que se proponen para superarlo, como es:
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Escribir
Te servirá para expresar las emociones que se tiene como es la rabia, tristeza, soledad, culpa, entre otros. Para poder superar estas emociones tenemos que proporcionar el derecho a nombrarla, sentirla y vivirla. Esto puede ser a través de una carta de cómo fue tu vida con ese ser querido, sobre lo que no alcanzaste decirle en su momento, también lo que crees tú que él o ella te diría. Puedes escribir pidiendo disculpas si lo requieres, o simplemente darle las gracias. También puedes escribir día a día un relato de cómo te sientes con su ausencia o recuerdos de momentos vividos con aquella persona, esto puede ayudar a ir confrontando, aceptando y asimilando la perdida.
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Hablar de la perdida
El conversar sobre el ser que se ha perdido el recuerdo puede producir nostalgia y quizás en tu estado emocional sentirás la necesidad de hablar con otra persona sobre la persona fallecida. Debes hablar con quién lo necesites, cuánto necesites y cómo lo necesites, hoy en día con el confinamiento se puede utilizar la tecnología como es videollamadas, zoom, whatsapp, entre otras.
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Ritual
Realizar diferentes rituales ayudará a despedirnos y expresar los sentimientos, nos permitirá ordenar el nivel emocional, tomando conciencia del proceso del duelo, asimilando e integrando lo sucedido. En periodo de cuarentena el ritual será más íntimo, puede ser a través de un homenaje como una grabación, un poema, un álbum de fotografías, un rincón con un pequeño altar, caja de recuerdos, entre otros. Igualmente puedes realizar una despedida social a través de las redes sociales, compartiendo recuerdos y acciones de la persona fallecida mediante fotografías, canciones, videos, escritos, etc. De esta manera tus contactos podrán expresar sus condolencias y apoyo a través de este medio.
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Aceptar lo que sientes
Aceptar lo que sentimos, ya que, durante el duelo aparecen emociones con las que son difíciles de convivir. No podrás elegir el lugar ni el momento, simplemente sentirás las emociones y es una reacción normal de tu mente y cuerpo, que permite expresar tu dolor.
En definitiva debemos tener presente que las situaciones más importante que pasan en la vida, carecen de una aclaración racional que nos deja conformes. Lamentablemente, la perdida tampoco la tendrá, sentirás que es una pesadilla, que no lo podrás superar, te afectará física y emocionalmente, pero confía en tus redes de apoyo y en ti, no vivas este proceso en soledad, hay personas que desearán acompañarte en este profundo dolor.
Mientras pasa el tiempo, lo que sientes se irá transformando y la tristeza de la ausencia va ir disminuyendo, quedando solo su recuerdo. Observa este acontecimiento desde tu corazón, con comprensión y compasión.
Cuando te haces preguntas quizás las respuestas que obtienes no te entregan la tranquilidad que necesitas. No es necesario sumar más dolor del que ya sientes, sino que aceptar la realidad aunque sea muy dolorosa. Solo el tiempo te llevará hacia la aceptación y el anhelado encuentro con el consuelo.